/photos/013/013723760/30e6e0816c754eedab89ece5118e6315.jpg)
Publicado: 23/12/2016
Uno de los retos que debe afrontar toda empresa dedicada a los desguaces de motores de coche es el reciclaje de las baterías. El coste de este proceso resulta ser mayor que el valor de los materiales usados en esta, que raramente supera los 5 €. Básicamente, cuatro son los componentes de una batería que pueden ser reciclados: la carcasa, el plomo, los cristales de sulfato y el electrolito.
La caja de plástico que contiene la batería es la parte más fácil de reciclar, y la que menos problemas de contaminación acarrea. Normalmente, estas carcasas se trituran y sus trozos se vierten en tanques de agua para que los metales queden en el fondo. Una vez separado metal y plástico, este último se empleará para la fabricación de otros productos.
El plomo de las baterías procedentes de los desguaces de motores de coche suele emplearse nuevamente en la fabricación de placas para baterías. Aĺ fundirse, las impurezas contenidas en el plomo quedan en la superficie, dando como resultado un material apto para ser integrado en nuevos artículos.
Los cristales de sulfato que aparecen en las baterías viejas son también residuos que permiten ser aprovechados en el proceso de reciclado. Este material se destina para usos tan diversos como la fabricación de detergentes, vidrio o telas.
Una parte fundamental de la batería es el electrolito. Este ácido ha de ser neutralizado y convertido en agua mediante compuestos químicos, como el bicarbonato de sodio. Realizado este proceso, el agua resultante habrá de ser purificada antes de ser vertida en la red pública.
Una tendencia en alza es aprovechar las baterías para plantas de almacenamiento masivo de energía, ya que incluso tras agotar su vida útil, pueden seguir dando otros usos.
Si buscas ahorro y piezas garantizadas, en Desguaces Melli S. L. te ofrecemos un amplio surtido de repuestos para coches de múltiples marcas.